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Sentir el otoño…

Tardes soleadas y apacibles, temperaturas frescas aunque no frías, las sombras son más largas, también hay días lluviosos, según donde estemos y donde lo vivamos!!.. Siiii….
Los climas tropicales no tienen otoño, siempre tienen la misma temperatura, visten todo el año con la misma ropa!! Y por lo general la vegetación siempre se observa similar.
El otoño se vive en la tierra donde hay climas templados. Allí están diferenciadas las cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e inverno.
Hay días que amanecen con niebla,… no se ve nada, el paisaje parece fantasmal, los sonidos son diferentes (debido a la humedad que contiene el aire) y… luego cuando el sol sale se transforma en un día fantástico soleado, cielo azul,… o… puede quedarse neblinoso….
Con niebla el paisaje se ve por capas como através de telones. Las hojas secas generan un olor característico y … cuando están caídas y las pisamos un ruidito crujiente especial (crash, crash) se escucha y siente bajo los pies.
Al otoño lo vivenciamos con todo nuestro cuerpo, con nuestros sentidos: con el cambio de colores, con las temperaturas más bajas: esa sensación de calor en un momento y en otro estamos destemplados, la humedad, los días más cortos, el olor del cambio de la vegetación…. Aparecen los resfríos, alergias. Nos tenemos que cuidar y estar atentos a estos cambios.
Podemos ver en nuestros jardines el rocío por la mañana, pisar la hojarasca, saltar los charcos, o detenernos en la quietud del atardecer…
El paisaje es dinámico, cambia, se transforma…En la Ciudad lo podemos ver por la ventana o en las calles que recorremos. En zonas rurales cambian los cultivos, es la época de una nueva siembra.
El ambiente en el que nos encontramos nos va marcando el ritmo, el paso del tiempo por la tierra. Si dejamos de lado el reloj, la tierra nos puede marcar un ritmo distinto…en el que lo fugaz nos puede revelar lo bello. Puede prepararnos para lo que viene, si el otoño es la preparación para los meses fríos… es el tiempo en el que sentimos el descenso de la temperatura, los días son más cortos y el cielo se tiene de colores naranjas… Al amanecer podemos tener neblina y los días pueden estar nublados…
Debido a la inclinación de la tierra, los rayos solares tienen un mayor recorrido para llegar a la tierra, llegan más débiles, con menor temperatura, los días son más cortos y esa diferencia de temperatura hace que las hojas de las plantas caducas, cambien de color: del verde al amarillento, rojizo, cobre para después caer.
Por qué cambian de color las hojas?
La mayoría de las hojas son de color verde por la presencia de clorofila, un pigmento que participa del proceso de la fotosíntesis.
La clorofila está en las hojas, que se orientan hacia la luz. Ella atrapa la luz del sol y con el dióxido de carbono, produce la savia elaborada, que constituye el alimento de la planta. Este proceso se produce con temperaturas cálidas y días largos y soleados.
Cuando los días se van acortando la producción de clorofila se va deteniendo hasta que la planta ya no la produce más, y eventualmente se queda sin clorofila.
Desaparece el pigmento verde y da lugar a que aparezcan los otros pigmentos (que siempre estuvieron allí pero el pigmento verde los enmascaraba), amarillentos, rojizos que caracterizan al otoño.
Fuente: https://bbc.in/3su0fVg
Significado de otoño:
Del Latín  Autumnus, “auctus” (auge) y “annus” (año), el otoño representa la plenitud del año, el tiempo en que las plantas terminan su ciclo foliar para tener un nuevo comienzo.
Fuente: https://bit.ly/3uWYIZz
Paisajes otoñales
En algunas latitudes del hemisferio sur, los cambios de estación están diferenciados.
En la Ciudad de Buenos aires, vivimos el otoño de color amarillo, por la gran cantidad de fresnos que tienen sus calles.
Es uno de los primeros árboles que ‘amarillean’, que se les caen las hojas aún amarillas, formando una alfombra que ilumina las calles los días de niebla.
En la Mesopotamia, sobre todo en Entre Ríos, la niebla envuelve el paisaje… varias veces por algunas horas se cortan las rutas debido a la niebla.
La niebla es una nube a ras del suelo.
La Zona de Cuyo, Catamarca, el costado de la cordillera de los Andes… con sus amarillos.
El sur en la Región Patagónica. Sus paisajes de bosques, lagos y montañas de intensos rojos se cubren rápido de nieve quedando teñidos blanco.
Niebla en la montaña.
Una vuelta por el Bosque de Lengas (Nothofagus pumilio), Bosque andino-patagónico. Área Natural Protegida Río Azul-Lago escondido, El Bolsón, Río Negro.
Usuhaia, paseos por caminos.
El otoño como recurso de diseño.
Cuando diseñamos el paisaje, los cambios de colores del follaje de las plantas son un recurso de diseño maravilloso. Recurso que podemos utilizar como envolvente de color del lugar, de nuestras actividades, tiñéndolo todo…
En esta estación el cambio de color en el follaje es gradual, cada especie tiene tonos diferentes que permiten el entrelazado con otras y, a su vez, cada planta tiene su ‘fecha y días en el año’ en que sucede el cambio de color. Un fresno cambia el color del follaje en aprox. un mes, un gingko en una semana. Conocer cómo y cuándo van cambiando de color es fundamental para el diseño y los efectos que queremos lograr.
La disciplina que estudia estos cambios entre otros, es la fisiología vegetal. Estudia los cambios que se llevan a cabo en las plantas, para ello analiza cada uno de los procesos físico-químicos y biológicos que ocurren en la planta, en cada una de sus etapas: germinación, crecimiento, desarrollo, maduración.
Todo esto está interrelacionado con el clima y el suelo, porque ellos son parte y hacen posible la vida de las plantas.
De allí la gran importancia de detener el cambio climático: de ello depende la salud de las plantas y la nuestra propia porque somos uno.
Lo evidente del otoño es en la vegetación… es que se caen las hojas y el paisaje “se desviste”… Esa caía podemos interpretarla como una renovación, en donde se desprenden de lo viejo… ¿en nosotros ocurrirá lo mismo?
Nos vamos hacia las raíces
Las tareas que hacemos en el otoño son la resiembra de césped, la siembra de bulbos y la siembra de verduras de hoja y tubérculos zanahoria, remolacha.
En esta nota aplicamos los sellos:

1 comentario en “Sentir el otoño…”

  1. Creo que el otoño es la mejor época del paisaje, en la que podemos jugar con los colores que se van sucediendo y enriqueciendo el Paisaje. Los Liquidambar con su variedad de tonos y luego los Acer y despues los Taxodium y así sucesivamente. Y los Cotoneaster? Y los Pyracantha?
    Todo suma y se sucede. Y cuando creemos que no hay más cambios florecen los Chaenomeles y nos cuentan que se está acabando el invierno. La Naturaleza es maravillosa!!!

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