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Tucumán: Jardín de la república Parte III – Tucumán… y algo más…. patrimonio, paisajes, paseos

Las Ruinas de Quilmes desde el faldeo de la montaña río abajo. Las casas con vigas de cardón y techo de paja tenían gruesas paredes de piedra.

La historia de los indios Quilmes: una tribu que resistió a la conquista española.

Los indios Quilmes fueron una de las tribus más importantes de los valles Calchaquíes, en el noroeste de Argentina.

Su cultura, influenciada por el imperio Inca, se destacó por su desarrollo agrícola, artesanal y comercial. Sin embargo, su legado más recordado es su feroz resistencia a la dominación española, que duró más de un siglo y terminó con su deportación a Buenos Aires.

Indios Quilmes historia

Las ruinas de Quilmes están ubicadas en los valles Calchaquíes, provincia de Tucumán en Argentina.

Son los restos del mayor asentamiento precolombino en nuestro país. Ocupan aproximadamente treinta hectáreas y están ubicadas al pie del cerro Alto del Rey.

Casa en donde se declaró la Independencia de las Provincias Unidas en Sudamérica. Portal barroco con sus columnas torsas o salomónicas. Antes de su restauración

Fue sede del Congreso que declaró la Independencia de las Provincias Unidas en Sudamérica, el 9 de julio de 1816. Además, fue una casa de familia, funcionó como Aduana, almacén de guerra, sede del correo y de un juzgado federal. En 1941, se la declaró como Monumento Nacional.
Tucumán posee dos cadenas montañosas: Sierras de Burruyacú (montañas de 3.400mts de altura) y Cadena del Aconquija (montañas de 5.000mts de altura).
El lugar fue primero propiedad del pueblo indígena, posteriormente del estado provincial, más tarde de un concesionario privado y finalmente, de los descendientes del pueblo Quilmes.
Estas ruinas han sido reconstruidas, por lo que en la actualidad pueden ser visitadas por los turistas. Fueron estudiadas por primera vez en 18971 por el arqueólogo Juan Bautista Ambrosetti y restauradas por un equipo bajo la dirección de Horacio Difrieri y Norberto Pelissero, con criterios más turísticos que arqueológicos.

Ubicación de las Ruinas de Quilmes en relación a la ciudad de San Miguel de Tucumán y Monteros

¿Quiénes fueron los indios Quilmes o indios kilmes?

Los indios Quilmes o indios kilmes pertenecían a la etnia calchaquí o diaguita, que habitaba los valles de Salta, Catamarca y Tucumán. Su nombre proviene del vocablo quechua “kilme”, que significa “cerrado” o “fortificado”, en referencia a su asentamiento principal, ubicado en la ladera de un cerro. Los Quilmes se comunicaban en un idioma propio llamado kaká, con varios dialectos, aunque también adoptaron el quechua por su contacto con los incas.

Los Quilmes eran agricultores, pastores y alfareros. Cultivaban maíz, zapallo, porotos y maní en terrazas o andenes, e irrigaban sus cosechas con sistemas de riego artificial. 

 Obtenían lana y carne de las llamas, guanacos y vicuñas, y fabricaban vasijas y jarros de cerámica. También trabajaban el oro, la plata y el cobre. 

Su producción les permitía comerciar con otras tribus y ciudades cercanas, e incluso con los españoles.

Se pueden divisar desde el cerro estos andenes de hasta 75 m de largo así como los corrales para las domesticadas llamas.

Fuera de las zonas restauradas se pueden divisar montículos de piedras que fueron en el pasado, las casas de los nativos.

Bases de las viviendas con forma rectangular o circular. También se encuentra un sistema defensivo con dos fortalezas para la protección contra los ataques de tribus enemigas vecinas y los españoles.

 

El sistema de riegos que utilizaban se abastecía principalmente con represas en las que almacenaban el agua de lluvia.

 

Avistaje de Aves

El entorno de las ruinas es una Área de Importancia para la Conservación de Aves ya que posee poblaciones relevantes de dos especies endémicas de los “Altos Andes de Bolivia y Argentina”: la palomita ojo desnudo (Metriopelia morenoi) y el canastero castaño (Asthenes steinbachi). Por otra parte es una zona representativa de la ecoregión del Monte (de Sierras y Bolsones) que tiene poblaciones de pájaros endémicas de Argentina.

 

Idioma

Como todos los diaguitas, la lengua nativa fue el cacán, aunque a partir del siglo xv comenzó a ser sustituida por el quechua. En un documento fechado el 29 de noviembre de 1666, se afirma que aunque el habla cotidiana de los diaguitas era el cacán, entre los adultos y ancianos había personas que entendían y, a veces, hasta hablaban el quechua. Desde el siglo xviii es una lengua muerta. Desde principios del siglo xviii se registra un uso predominante del español.

 

Daniel Garrison Brinton en 1891 y luego Čestmír Loukotka en 1968 afirmaron que los quilmes hablaban el dialecto quilme, sin embargo, esta clasificación se considera más etnopolítica que lingüística. Aunque se asume que el cacán debía tener dialectos, no hay evidencia que avale que la clasificación de Brinton sea correcta.

 

Religión

En cuanto a las costumbres religiosas, se sigue practicando la adoración a la Pacha Mama (o Madre Tierra), a quien se le ofrendan regularmente alimentos y bebidas, combinada con la fe católica introducida por los conquistadores. El cristianismo pasó a ser la religión dominante desde principios del siglo xviii.

 

Organización social

La sociedad quilme estaba dividida en dos grupos sociales bien diferenciados: uno jerárquico, constituido por el cacique, los miembros de su linaje y, probablemente, personas vinculadas con funciones religiosas; y el resto de la comunidad. Se permitían los matrimonios entre personas de diferente estatus social, pero, si sucedía, los miembros de dicha familia perdían el derecho a formar parte del estamento jerárquico. En las excavaciones arqueológicas realizadas en las ruinas de los Quilmes se observa que esta diferenciación se extendía a la distribución de la tierra, la cual no era equitativa y dependía de la clase social del individuo. La sociedad era patriarcal, teniendo los hombres mayores derechos que las mujeres, aunque no se conoce el alcance completo que llegó a tener esta diferenciación.

 

El cargo de cacique se heredaba por vía patrilineal. Además se requería que el heredero tuviera limpieza de sangre, por lo que existía la endogamia, ya sea por matrimonios entre la misma familia o con las hijas de otros caciques (endogamia en familias reales). Todo varón de entre dieciocho y cincuenta años que fuera del linaje del cacique y no hubiera perdido este derecho por cuestiones matrimoniales podía formar parte del consejo de ancianos. Durante la etapa en que estuvieron recluidos en la reducción, el cacique y los miembros del consejo eran los únicos excluidos de la obligación de la mita y el pago de tributo.

 

¿Cómo fue la resistencia de los indios Quilmes?

Los indios Quilmes se enfrentaron a la conquista española desde el siglo XVI hasta el XVII. Su resistencia formó parte de las llamadas guerras calchaquíes, que involucraron a varias tribus de la región. Los Quilmes se negaron a someterse al dominio español y a convertirse al cristianismo. Su lema era “antes muertos que esclavos”, y lucharon con valentía y astucia para defender su territorio y su identidad.

 

Los Quilmes aprovecharon su ubicación estratégica en el cerro para resistir los ataques españoles. Su asentamiento estaba rodeado de murallas y fortificaciones, que dificultaban el acceso al enemigo. Además, contaban con un sistema de señales de humo y tambores para alertar a sus aliados. Los Quilmes utilizaron armas como arcos, flechas, lanzas, hondas y macanas para combatir a los españoles, que tenían arcabuces, espadas y caballos.

 

La resistencia de los Quilmes duró más de cien años, pero finalmente fueron vencidos por las tropas del gobernador Alonso Mercado y Villacorta en 1667. Los españoles capturaron a unos 2.000 indios Quilmes y los obligaron a caminar más de 1.500 kilómetros hasta Buenos Aires, donde fueron asentados en una reducción cerca del Río de la Plata. Muchos murieron en el camino o por las enfermedades y el maltrato. Otros lograron escapar o refugiarse en las montañas.

Detalle de las pircas.

¿Que son las Ruinas de Quilmes?

Son los restos del mayor asentamiento precolombino en nuestro país. Ocupan aproximadamente treinta hectáreas.

Estas ruinas han sido reconstruidas, por lo que en la actualidad pueden ser visitadas por los turistas.

 

Este sitio arqueológico fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1941 y es visitado por miles de turistas cada año.

 

¿Donde quedan las Ruinas de Quilmes?

Las ruinas de Quilmes están ubicadas en los valles Calchaquíes, provincia de Tucumán en Argentina. Están ubicadas al pie del cerro Alto del Rey.

Este sitio arqueológico situado a la vera de la Ruta 40.

 

La historia de los indios Quilmes no terminó con su derrota y deportación. Algunos de sus descendientes lograron conservar parte de su cultura e identidad, y se integraron a la sociedad argentina.

Otros emigraron a otros países como Uruguay, Brasil o Paraguay. Hoy en día, hay comunidades quilmes que reivindican sus derechos como pueblo originario y mantienen vivas sus tradiciones.

 

Uno de los lugares donde se puede apreciar el legado de los indios Quilmes es en las ruinas de su antiguo asentamiento en Tucumán.

Allí se pueden observar las construcciones de piedra, los andenes de cultivo, los sistemas de riego y las murallas que testimonian la grandeza de esta tribu.

 

Otro lugar donde se puede conocer la historia de los indios Quilmes es en el Museo Etnográfico y Arqueológico de Quilmes, ubicado en la ciudad homónima en Buenos Aires. Este museo fue fundado en 1976 por el historiador y escritor Osvaldo Bayer, quien impulsó la recuperación de la memoria de los Quilmes.

 

El museo exhibe objetos, documentos, fotografías y maquetas que narran la vida y la resistencia de los Quilmes.


Los indios Quilmes son una parte importante de la historia de Argentina. Su ejemplo de lucha y dignidad inspira a las generaciones actuales y futuras. Su cultura y su legado merecen ser conocidos y valorados por todos.

Rutas de llegada a las Ruinas de Quilmes.

Historia de Ruinas de Quilmes

 

Los pueblos originarios del lugar llamados los quilmes contaban con un alto índice de densidad de la población. Los especialistas las consideran una de las primeras ciudades prehispánicas de la Argentina.

Mapa satelital de la zona de las ruínas.

Con detenimiento se pueden observar las caminerías y el trabajo de pircas en la ladera de la montaña. 

Mapa de circuito de las Ruinas de Quilmes

 

Los quilmes eran agricultores y tenían una economía pastoril que explotaba a los camélidos y los recursos forestales del valle. Tenían una amplia relación de intercambio no sólo comercial – económico sino también político con las distintas parcialidades de los valles y zonas aledañas.

 

Las Ruinas de los Quilmes: su hallazgo

Fue Samuel A. Lafone Quevedo quién en 1883 describiera el sitio y escribiera al diario “La Nación” acerca de las mismas, comparándolas con viscacheras [sic] descomunales. Luego otros “estudiosos” visitaron la región, pero no hubo jamás un trabajo sistemático sobre el mismo.

 

En los años 1970s, el sitio luego de que fuese expropiado por la provincia de Tucumán, sufrió una reconstrucción parcial en la época del Proceso bajo la dirección de Difieri y Pelissero entre 1978 y 1981. Esta reconstrucción aparentemente ha tenido un enfoque más turístico que científico y ha recibido críticas ya que la anastilosis no se hizo siguiendo las técnicas usuales para tales tareas:

 

 

Los descendientes de los Quilmes, la Comunidad Indígena Qilmes mantiene un litigio en torno de la concesión efectuada por el gobierno tucumano en 1992.

Morteros

Las ruinas de los Quilmes y la ciudad original

Quilmes en el mapa de De Moussy año 1864.

Lo que el visitante ve hoy en día en la ciudad de los Quilmes, son los cimientos de las construcciones. Estos tienen forma rectangular o circular y forman un complejo habitacional y defensivo. Las casas con vigas de cardón y techo de paja tenían gruesas paredes de piedra.

 

 

Fundada en el año 800 D.C., la ciudad albergó unas 3.000 personas en una superficie de unas 30 hectáreas y en sus alrededores vivieron, a mediados de los 1600s, unas diez mil personas.

Imagen de las graderías en el faldeo de la montaña.

Luego de su rendición y debido a que los españoles no lograron someterlos, fueron obligados a recorrer mil kilómetros a pie sin agua ni comida. Se estima que de los más de 2600 sobrevivientes que partieron, solamente llegaron unos 400 a los húmedos e insalubres bañados de Quilmes a orillas del Río de La Plata.

 

 

Los supervivientes finalizaron sus días pereciendo principalmente por enfermedades pulmonares. Al llegar no encontraron el algarrobo considerado sagrado que les daba alimento, leña y bebida. No conocían las hierbas medicinales locales y no podían sanarse. El sitio ubicado a 35 km al sur de la ciudad de Buenos Aires se denomina Quilmes en referencia a la misión de Santa María de Quilmes.

El progreso de esta civilización se vio interrumpido en 1667 cuando los quilmes sufrieron su más importante derrota militar a manos de los españoles. Unos 400 españoles sitiaron a un pueblo de más de 6000 indígenas.

 

En primer lugar le impidieron acceder a sus cultivos sobre la planicie fértil del río Santa María. Más tarde envenenaron la fuente de provisión de agua que llegaba desde las montañas.

 

Los españoles contaban con armaduras y armas de fuego mientras que los quilmes solo utilizaban arcos y flechas, hondas, lanzas y hachas con puntas de piedra.

 

Luego de más o menos un mes, el pueblo indígena decidió rendirse.

Fue el hogar de los indios Quilmes, que fueron desarraigados y llevados a la provincia de Buenos Aires, a la ciudad que hoy lleva su nombre.

 

Y finalmente, la “restauración” de su poblado en pleno “Mundial 1978”, bajo la dictadura, que aparentemente no respetó los protocolos arqueológicos al hacer dicha tarea. Los descendientes de los kilmes siguen aún hoy reclamando por sus tierras ancestrales.

 

Los Incas

Los incas llegaron a la región a partir de 1430 y la incorporaron a su imperio. Trazaron su Camino del Inca”, a lo largo del valle, ya que ingresaba al mismo uniendo varias postas (Tolombón, Pichao, Quilmes) y seguía luego hacia el sur en dirección a Hualfín.

El camino es un Sitio Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

 

La gran población que precedió al arribo de los conquistadores se transformó, luego de las terribles Guerras Calchaquíes, en un despoblamiento forzado y los valles se convirtieron en un gigantesco yacimiento arqueológico.  Es allí donde se encuentran las Ruinas de los Quilmes.

 

Las Guerras Calchaquíes y los Kilmes

Hubo tres guerras entre los españoles y los habitantes de los Valles Calchaquíes. Salvo los Mapuches en el sur de Chile, ningún pueblo originario opuso tanta resistencia a los invasores europeos. Estas guerras tuvieron como fondo la zona que la Ruta Nacional 40 en las provincias de Catamarca, Tucumán y Tucumán.

 

La Primera Guerra Calchaquí entre 1560 y 1563. Los nativos asolaron Londres (pueblo Catamarqueño), y asediaron Cañete en Tucumán y Córdoba del Calchaquí.

Llevó a la fundación de la ciudad de Tucumán (1565) para contener a los indios.

 

La Segunda Guerra (1630 a 1643) arrasó con la segunda Londres y Nuestra Señora de Guadalupe.

 

La Tercera Guerra (1657 a 1666) llevó a la destrucción del pueblo nativo. Los pueblos aborígenes derrotados quedaron desarticulados y sus aldeas destruidas, hoy, como testimonio quedan estas Ruinas de los Quilmes, y las Ruinas de Shincal, las del pucará de Hualfin y las de Watungasta.

 

Paredes de pirca en las Ruinas de los Quilmes, Tucumán. Darío Alpern

 

La derrota final de los Quilmes

El Español Francisco Mercado y Villacorta (quien fué gobernador de Tucumán y de Buenos Aires), destruyó a los Quilmes en 1665 y puso un punto final a las guerras en la zona en una dura campaña que tomó a los nativos por sorpresa.

 

 

Sus acciones son relatadas por el historiador Gregorio (el “Dean”) Funes en 1816, quién cuenta como Mercado enroló en sus filas a los Tolombones y Pacciocas, quienes traicionaron la causa nativa:

Enorme cardón en las Ruinas. (foto A. Whittall)

hallaban en su auxilio los Tolombones y Pacciocas. […] los Quilmes en una tranquila seguridad se hallaban entregados al goce de las tierras que disponían para la siembra de sus granos. […] se aseguró el gobernador en la desprevención del enemigo. Con todo, escapados de la custodia algunos [Quilmes] pusieron en noticia de los suyos la cercanía del ejército. En el sobresalto que causó á los Quilmes esta, noticia no trataron de otra cosa, que de poner en salvo sus vidas al abrigo de las montañas más fragosas. Los Tolombones y Pacciocas entraron á su pueblo, y lo entregaron á las llamas.
Los Quilmes aunque faltos de un todo, se resolvieron á no abandonar su libertad al arbitrio de unas gentes que pretendían prostituir su ecsistencia [sic] al yugo de una obediencia servil. Fortificados del modo posible, esperaron el ataque.
[Las tropas españolas] en un solo cuerpo se precipitaron al asalto, pero en vano. Los Quilmes se defendieron como hombres libres y dignos de serlo para siempre. Con un valor heróico rechazaron al enemigo matándole diez hombres de los más esforzados […]
Despues de bien calculadas por el gobernador Mercado todas las dificultades de esta empresa, se resolvió á no repetir segundo ataque; pero sí á un estrecho sitio en que se fiase al hambre la victoria, que era muy dudosa de las armas. A la verdad, este era el medio más expeditivo y seguro. Al retirarse los Quilmes habían abandonado todas su provisiones de boca, y se hallaban estrechados de la más urgente necesidad.
[…] los sollozos interrumpidos de los niños y mugere […] levantaron una batería sus contrarios á la que no les fué posible resistir. Después de un largo asedio resolvieron los Quilmes rescatar vidas tan amadas por el subido precio de su libertad. El cacique principal D. Martin Iguin salió á tratar de ajuste con los españoles quienes lo recibieron en su campo con señales de benevolencia.
Precedidas algunas conferencias, capitulóse por fin, que salvas las vidas y las haciendas de los sitiados abandonarían estos el valle, y serian encomendados a los vecinos en el lugar que destinase el gobernador.

 

Fue una tragedia terrible ya que el gobernador los destinó a ir caminando hasta Buenos Aires.

Destierro en Buenos Aires

 

El recorrido del destierro Kilmes. (A. Whittall)

 

Su heróica resistencia y la fama que se habían ganado entre los nativos hicieron que su castigo fuese ejemplar (para que otros no quisiesen imitarlos y para que estos no pudiesen volver a su terruño): se los desterró en las costas del Río de la Plata, a poca distancia de Buenos Aires, en una reducción que tomó su nombre: Reducción de Santa Cruz de los Quilmes. Este fue el núcleo de la actual ciudad (y partido de la provincia de Buenos Aires): Quilmes

Unos mil quinientos nativos fueron forzados a mudarse e ir caminando hasta Buenos Aires, muchos de los cuales perecieron en el camino. Otros, más afortunados fueron encomendados en zonas más cercanas. Algunos de los cuales huyeron y volvieron a sus viejos pagos, pero no repoblaron la destruida ciudad sino que se asentaron en sus cercanías.

 

La heroica ciudad arrasada, permaneció solitaria y olvidada por todos salvo sus antiguos pobladores.

 

Sin embargo en el año 1716, el Gobernador del Tucumán por medio de una Cédula Real, concedió al cacique Utibaitina, de la Comunidad Amaichá y Quilmes, la propiedad de sus tierras originarias. Sin embargo debieron establecer sus moradas en los valles siguiendo el patrón español y no al pie de los cerros como era la costumbre ancestral nativa.

 

Reducción “Exaltación de la Cruz de Kilmes”

En 1666, la Real Audiencia de Buenos Aires decretó la deportación de los valles Calchaquíes de 2000 indígenas de la etnia quilmes a una reducción ubicada al sureste de Buenos Aires, a la que se llamó «Reducción de Exaltación de la Cruz de Kilmes»; luego de que fueran rechazados como encomendados en la ciudad de Córdoba.

 

 

A la reducción llegaron unas 200 familias, suponiendo algo más de 1000 personas, población que no paró de decrecer con el tiempo. 

Según el Libro Manual Borrador, mantenido por los oficiales reales de Buenos Aires, el 12 de mayo de 1668 se le cobró a la reducción su primer tributo. Durante el cobro, el ayudante del administrador censó 186 «indígenas tributarios». El Registro estadístico del Estado de Buenos Aires, tomo I (1858), consigna que se censó el pueblo de Santa Cruz de Quilmes [sic] en los años 1682, 1724, 1726, 1728 y 1730.7 En 1726 se censaron 141 personas, entre los cuales la mayoría de los hombres trabajaban en la construcción y las mujeres eran amas de casa, atribuyéndose el decrecimiento de la población a la alta tasa de mortalidad infantil y a las epidemias.

 

Hasta su abolición en 1718, 100 hombres debían participar de la mita, renovándose en grupos de 25 personas, pagándoles 4,5 pesos por un mes de trabajo. Debido a la disminución drástica de la población, el tributo cobrado el 7 de octubre de 1738 fue el último.

En los años 1780 se estableció en la reducción la sede parroquial de los tres curatos del pago de la Magdalena. En 1799, el Consulado de Comercio de Buenos Aires, a cargo de Manuel Belgrano, amplió las instalaciones construyendo un nuevo galpón con «todas las comodidades necesarias». En 1806, cuando las tropas comandadas por William Beresford atravesaron la región durante la primera de las Invasiones Inglesas, no registraron actividad alguna en la reducción; que se estima que finalizó hacia el 1800. Según una carta escrita en 1810 por el cura párroco, los últimos indígenas fallecieron a fines del siglo xviii.

 

En 1807 y nuevamente en 1810, los vecinos solicitaron formalmente el cierre de la reducción y que se derogase su derecho a usufructuar las tierras que tenía asignadas.

 

 

El 12 de febrero de 1812, por iniciativa del párroco, de apellido Ribas, el Primer Triunvirato declaró extinta la etnia, aunque admitía la existencia de tres familias mestizas (de apellidos Navarro, Amaya y Santellán).  

El 14 de agosto de 1812 se decretó el cierre de la reducción y se autorizó a que en sus tierras se fundara la actual ciudad de Quilmes. Tras lo cual, las tierras se vendieron, principalmente, a habitantes de la ciudad de Buenos Aires. En la ubicación de la antigua sede parroquial hoy se levanta la Catedral de la Inmaculada Concepción.

Las leyes de ese momento creaban estas Reducciones para favorecer la “civilización de los indígenas y la implantación entre ellos de la religión cristiana». Por este motivo, con la llegada de los Kilmes, se levantó la primera capilla de adobe y paja, semilla de la Catedral de Quilmes.

 

 

En 1730 se crea el Curato de la Magdalena y la capilla cambió de entidad para ser Parroquia de la Exaltación de la Santa Cruz de los Quilmes. La construcción de un templo acorde comenzó 50 años mas tarde.

Imagen satelital del sitio originario (capilla) y actual Catedral de la ciudad de Quilmes, Pcia de Bs. As.

 

El 14 de agosto de 1812 el Primer Triunvirato, decreta:
“Declárase al pueblo de los Kilmes libre a toda clase de personas; su territorio por de la propiedad del Estado. Se derogan y suprimen todos los derechos y privilegios que gozaban los pocos indios que existen en dicha población, y en su virtud se extingue en los citados naturales toda jurisdicción, amparándoles por ahora en la posesión de los terrenos que ocupan y cultivan, hasta que el Coronel D. Pedro Andrés García realice el plano que se le ha ordenado formar del indicado pueblo, en cuyo caso se publicarán las demás
providencias”.

 

Nace la Catedral de Quilmes

 

En 1864, el Arzobispado local cambia el nombre al templo por Parroquia de la Inmaculada Concepción de Quilmes. Según algunos historiadores, la Inmaculada Concepción era la imagen que presidía la Capilla del siglo XVII.

Interior de la catedral actual. Presbiterio con el altar de la Patrona – Crédito: Martín Ariel Vega

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